Domingo 14 de abril 2024

"Que lleguen a denunciantes civiles"

Redacción 19/04/2018 - 01.54.hs

"Esperamos que la Justicia llegue a los denunciantes civiles", aseguró Graciela Leonor Bertón, hija del mecánico Samuel Bertón, quien fue secuestrado el 14 de julio de 1976 durante un operativo realizado por los militares en la localidad de Jacinto Arauz.
La mujer declaró en una nueva jornada del juicio de la causa Subzona 14 II, en la que se investiga a un grupo de ex policías y ex militares, acusados de cometer más de 200 delitos de lesa humanidad durante la última dictadura en la provincia de La Pampa.
Ayer, en el marco de un programa de la Secretaría de Derechos Humanos, la audiencia ante el Tribunal Oral Federal contó con la presencia de estudiantes del colegio secundario "José Ingenieros" de Arauz, que en su momento fue centro del copamiento militar.
Bertón manifestó durante su testimonio que los acusados que "secuestraron y aplicaron la picana fueron la mano de obra de ese operativo absurdo para lo que era el pueblo y el colegio" porque "no encontraron nada. La excusa que encontraron fue la denuncia de los propios pobladores".
Por otro lado, señaló al productor agropecuario Ricardo Rostán como quien realizó un "nexo" con el Servicio de Inteligencia Naval (SIN), que dio origen al operativo en la localidad, y lo señaló como colaborador del plan represivo. Recordó que una oportunidad, el hijo de Rostán lo fue a saludar pero su padre "no le quiso dar la mano" y le dijo: "Lo que hizo tu papá no tiene perdón y vos estuviste involucrado".
Dijo que "nunca" existió un pedido en el colegio para que los alumnos realicen una monografía sobre Manuel Negrín, un guerrillero del pueblo que militaba en el ERP y que fue abatido en el '75 en Tucumán, como advertían los militares.
"Los inspectores decían que solamente había libros de Cortazar y García Marquez, que había un nido de adoctrinamiento marxista", manifestó la testigo, hija de Samuel Bertón, que fue secuestrado y torturado junto a profesores y vecinos, por participar de la comisión directiva del instituto.
Además, en el final, se mostró "orgullosa" por el ejemplo de su padre que "siempre me permitió crecer en libertad" y fue despedida con aplausos por los alumnos que presenciaron su testimonio.

 

El testimonio.
Bertón fue la primera en declarar ayer en una nueva audiencia del juicio y contó que se enteró del operativo en Arauz cuando estaba en el colegio y "una secretaria le dijo a los alumnos: 'El colegio está en manos del Ejército Argentino'". Allí, un compañero de curso le indicó que había una lista de gente que se iban a llevar "y entre esos está tu viejo".
"En el pueblo se sospechaba que algo iba a venir. El ambiente político desde el 75, estaba enrarecido, en Bahía Blanca no era raro ver coches de los que salían armas largas de las ventanillas. Eramos una familia informada y sabíamos el momento histórico que se estaba viviendo, no fue una sorpresa, pero sí nos llamó la atención la detención de mi papá", agregó.
Dijo que "pensábamos que en el pueblo iba a pasar algo, porque había animosidad en contra del colegio y de algunas personas señaladas sobre alguna afiliación política".
Cuando se realizó el copamiento militar del Instituto "José Ingenieros", su padre fue detenido por dos agentes cuando iba al campo del presidente de la comisión del colegio para advertirle lo que ocurría. Allí, fue trasladado a la comisaría donde quedó vendado y esposado.
En la dependencia policial, "lo empezaron a golpear con guantes de boxeo por ser comunista y marxista, pero mi papá les quería explicar que era un pequeño empresario y peronista de la primera época de Perón. El les decía que no había hecho nada malo, solo trabajar por el colegio y por el pueblo", indicó la mujer.
Bertón, que declaró antes de su fallecimiento en 1984 frente a un escribano, fue trasladado por la tarde al Puesto Caminero de Arauz donde recibió torturas con picana eléctrica, además de patadas y golpes e incluso le pusieron un arma en la cabeza, cuando descubrieron que Quartucci se había escapado.
Estuvo detenido en la Unidad 4 de Santa Rosa, y en dos ocasiones lo torturaron en la Seccional Primera, que funcionó como centro clandestino de detención en la dictadura. En total, pasó 45 días en la cárcel. "Salió con temor porque algunos eran liberados y a la vuelta de la esquina desaparecían. Llamó a un teléfono público, nos encontramos y fuimos a casa", siguió.
La testigo, que cuando sucedieron los hechos tenía 14 años, señaló que su padre sufrió la técnica del submarino seco, siendo asmático, y recordó que cuando salió de la cárcel "se escondía en el mutismo absoluto, callado, incluso con la familia. Fue secuestrado y liberado en total ilegalidad".
Luego, siguió, "para él fue una tortura tener que cruzarse con las personas que sabía lo habían denunciado y para mí también una tortura seguir yendo a ese colegio, porque los compañeros me acosaban permanentemente por este tema. El se tuvo que comer toda la dictadura, fue un stress tremendo, que lo fue enfermando".
Después de la fuga del profesor Quartucci del Puesto Caminero -a pesar de estar esposado y llegó después de seis días caminando a Bahía Blanca-, hubo un allanamiento en cada casa de Jacinto Arauz, sin orden judicial, declaró.
-¿Usted supo de una reunión posterior donde algunas personas celebraron el operativo?, le preguntó la querella.
-No sabemos dónde ocurrió, pero tenemos el testimonio de un represor que dijo que hubo un asado de festejo porque al fin había vuelto la calma al pueblo.
-¿Sabe quiénes participaron?
-No tenemos certeza, pero se supone que estuvieron quienes participaron del operativo.
-¿Citaron a estudiantes a la comisaría para revisar el contenido de sus carpetas?, le consultó Maximiliano Corroinca.
-Sí, y fueron interrogados en absoluta irregularidad porque eran menores y no estaban sus padres. Durante el operativo, se violó los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Para ir al baño del colegio, teníamos que dejar la puerta abierta para que un militar nos vigilara.

 

Ampliación.
Durante el inicio de la audiencia, la querella pidió la ampliación de la declaración testimonial de Quartucci, quien estuvo en la audiencia y el pasado martes participó de la inspección ocular en el Puesto Caminero y el Instituto "José Ingenieros" de Jacinto Arauz, donde los militares realizaron un operativo represivo en 1976, secuestrando a profesores y vecinos.
Los abogados defensores de los acusados rechazaron ese planteo, advirtiendo que Quartucci ya declaró en la causa. Ahora, el Tribunal Oral Federal responderá en las próximas audiencias.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?