Jueves 25 de abril 2024

Quartucci: "Baraldini orquestó todo"

Redacción 18/04/2018 - 00.26.hs

En el marco del juicio de la causa Subzona 14 II en la que se investigan los delitos de lesa humanidad ocurridos en La Pampa durante la última dictadura, el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, junto a la fiscalía, las querellas y víctimas, entre otros, realizó ayer a la mañana una inspección ocular en el Puesto Caminero de Jacinto Arauz, ubicado sobre la ruta nacional 35 y Meridiano 5º, y en el Instituto "José Ingenieros" de la localidad.
De la actividad, participaron los jueces Pablo Díaz Lacava y Marcos Aguerrido, el fiscal general Alejandro Cantaro y una de las víctimas del copamiento militar de la localidad ocurrido el 14 de julio de 1976, Guillermo Quartucci, quien era profesor del colegio secundario y logró escaparse desde el puesto caminero, donde estaba detenido ilegalmente, hasta llegar a Bahía Blanca.
Después de la inspección en el puesto caminero, la comitiva se trasladó al Instituto "José Ingenieros", donde Quartucci se emocionó al encontrarse con la celadora de aquel entonces y hoy jubilada Silvia de Malán, a quien le mostró un papel escrito con su letra donde figuraban los horarios de clase que le correspondían.
La emoción embargó a ambos en ese momento y continuó con un extenso diálogo, donde Quartucci contó brevemente cómo se escapó y cómo llegó a México, utilizando para salir del país al Uruguay, un documento apócrifo. Tras las diligencias, el profesor dialogó unos minutos con el director del colegio y algunos profesores, y luego tuvo una charla con los alumnos que hoy estarán presentes en la audiencia que se llevará a cabo en Santa Rosa con más testimonios.
Puntualmente, hoy desde las 8.30 en el Colegio de Abogados, declararán Graciela Leonor Bertón, Gloria Dalmas, Marta Bertinat, Roberto Carlos Prado y Nélida Santajuliana.

 

Emocionado.
Quartucci era profesor de Historia y residía en Bahía Blanca, pero viajaba a Arauz a dar clases. El 14 de julio de 1976, se encontraba en el aula con sus alumnos cuando fue arrestado por personal policial y militar a las órdenes del Comando Militar Subzona 14. "Todavía no lo puedo creer", afirmó ayer en referencia a lo ocurrido durante ese operativo.
"Son sentimientos encontrados, me da mucha alegría estar en Arauz, poder hablar con los colegas del instituto. Y en cuanto a recordar lo malo de aquel evento terrible, con los años se va superando lo que puede ser un trauma. En alguna medida estoy calmo, no me mueve decir que terrible lo que me pasó, más bien esta visita propicia recordar lo descabellado, lo inaudito que fue ese operativo de 1976", manifestó.
-¿Qué sensación le produjo estar frente a la ventana por donde logró escaparse?
-Estar rodeado de tanta gente, que haya fotógrafos, toda esa situación hace que un poco se diluya de lo que debería estar concentrado en el corazón de cada uno. Fue fuerte. El puesto caminero era lo que ahora es una vivienda de personal policial, cuando vi los arcos, cómo está intacta la distribución de los espacios, fue fuerte.
-¿Por qué cree que sucedió todo aquello?
-Nosotros teníamos un proyecto moderno, una educación un poco diferente, no autoritaria, no había más amonestaciones, no era eso lo que les molestaba a los denunciantes, ellos querían el colegio para ellos porque se entiende que un secundario en un pueblo chico es un centro de poder, además de tener el poder económico (dentro de los que denunciaron estaba la directora de la escuela primaria, había un farmacéutico, personas destacadas del pueblo) querían que en el colegio hubiese solamente gente de aquí y los que veníamos de afuera les molestábamos. Para que nos vayamos, decían que éramos marxistas y subversivos. Creo que nunca pensaron que iba a terminar así y encontraron un jefe de Policía delirante como (Luis) Baraldini, que dijo aquí está la oportunidad de demostrarles de que somos capaces nosotros, vamos a disciplinar a esta sociedad por medio de estos actos de represión y terrorismo de Estado. El mismo Baraldini dijo ahora en su descargo que a él le parecía absurdo que se hubiera hecho esto. El mismo que lo orquestó.
-¿Qué veían u oían los denunciantes para actuar así?
-Los denunciantes veían cosas y las interpretaban, había una discoteca que se llamaba Caramba y porque iba algún profesor, decían que se reunían para complotar, de alguna manera acciones subversivas, había una persona que había sido preso político que fue liberado en 1973 en la amnistía de Cámpora, amigo de Samuel Bertón que le dio trabajo en su taller mecánico. También los tenía obsesionado una profesora que venía de Bahía Blanca, que daba la materia Estudio de la Realidad Social Argentina, dijeron que les bajaba línea subversiva a los chicos. Darío Omar Hernández era el encargado de la discoteca y de él decían que era un ex montonero que había estado estudiando en Bahía Blanca y que había tenido una interna con sus compañeros de militancia. Estos tres atraviesan toda la causa y nunca los buscaron. Si éstos eran realmente los que habían hecho esos actos, nunca se preocuparon de buscarlos.

 

-Los tuvo cara a cara a los represores. ¿qué sensación tiene?
-Ahora, como son todos unos viejos, a unos les da un pico de presión, de pronto taquicardia, otros que ya no pueden asistir porque tienen demencia senil, son ancianos ahora que están ahí, que ni siquiera se puede pensar que fueron lo que fueron. Pero creo que Baraldini sigue siendo el mismo, no sale de su actitud de que él tenía razón, que él es la autoridad, que es el jefe, y que todos nosotros seguimos siendo unos subversivos porque lo acusamos a él.

 

La inspección.
Durante la inspección ocular y antes de ingresar al colegio secundario, el fiscal Cantaro señaló que la inspección ocular puede generar una ampliación de la declaración testimonial de Quartucci y afirmó que "tratamos de ubicarnos físicamente, dónde tuvieron a las personas privadas de su libertad, a dónde los sometieron a tormentos y por dónde se escapó Quartucci" que "es quien se quitó las esposas y caminó a campo traviesa hasta Bahía Blanca".
Sobre el profesor, que ya declaró como víctima en el juicio, el fiscal recordó que actualmente vive en México y llegó a Arauz "especialmente a recordar ese lugar de donde se escapó" y señaló que "en esa ventana por donde se fue, estaba Samprón, y se quedó con esa sensación de culpa de quien se escapa y deja a sus compañeros de tormentos en ese lugar. Era importante que Quartucci pudiera liberar eso, y el presidente del tribunal dijo que eventualmente esto generará una ampliación de declaración".
"Viendo cómo eran los lugares, uno se da cuenta que en una localidad pequeña, tranquila, esa llegada de un sin número de vehículos militares... esto tiene relevancia para que podamos ver el efecto social del genocidio. Cómo alguien no pudo dimensionar que quejarse, denunciar anónimamente a los que eran los profesores de este colegio podría haber tenido este final para ellos".

 


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