Más de cien muertos

El número de fallecimientos provocados por las fuertes lluvias que anegaron el estado brasileño de Rio Grande do Sul durante los últimos días superó el centenar, informó ayer la oficina local de Defensa Civil local, que también registra a 128 personas como desaparecidas y a unos 159 mil desplazados.

Según esta agencia, las lluvias en la región dejaron a más de 163 mil personas sin hogar, afectando a 417 de los 497 municipios del estado y a más de 1,4 millones de personas. Mientras se incrementan las tareas de rescate en poblacioneses anegadas por las lluvias y las crecidas de los ríos, el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden) alertó que hay una “posibilidad muy alta de nuevas precipitaciones” en el sureste y suroeste del estado y en su capital, Porto Alegre, en tanto que la empresa de investigación meteorológica MetSul Metereologia anunció que las inundaciones también aumentarán durante los próximos días.

Sin agua potable.

El temporal provocó que muchas carreteras se encuentren intransitables, ldificultando el acceso a localidades más pequeñas y las autoridades están utilizando aviones para distribuir alimentos y suministros médicos. La empresa concesionaria del servicio de agua potable, Corsan, advirtió que un 20 por ciento de sus millones de usuarios en Rio Grande do Sul no tienen agua corriente, mientras que en decenas de municipios siguen interrumpidos los servicios de electricidad, teléfono e internet.

Porto Alegre, capital del estado y su ciudad más grande, se inundó cuando desbordó el lago Guaíba, que alcanzó niveles récord y subió más de dos metros por encima de su nivel normal. El aeropuerto internacional Salgado Filho, que suele recibir entre 120 y 140 vuelos diarios, permanece cerrado desde el 3 de mayo y no hay “ninguna previsión de reanudación de operaciones”, informó la empresa que lo gestiona.

Daños incalculables.

Acompañado por miembros de su gabinete, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó el estado y advirtió que, en virtud de que las aguas aún no se han calmado, resulta imposible evaluar el impacto total de las inundaciones y calcular los fondos que se necesitarán para la recuperación y la reconstrucción. “La dificultad inicial es que ningún alcalde, ni el gobernador del estado, son conscientes de los dañosproducidos”, declaró. Según el mandatario, la situación sólo se aclarará “cuando baje el agua y veamos lo que ha ocurrido realmente”.

En ese contexto, la Ministra de Planificación, Simone Tebet, anunció el lanzamiento de créditos baratos y ayuda a familias y empresas para reconstruir, y que intentará aliviar la deuda del gobierno de Rio Grande do Sul para facilitar la reconstrucción de carreteras e infraestructuras.

Eduardo Leite, gobernador de Rio Grande do Sul, alertó de que se avecinan más peligros, porque está pronosticado que una masa de aire frío traerá nuevas tormentas y es probable que vuelvan a llover torrencialmente este fin de semana. “No es momento de volver a casa. La proyección es que las lluvias puedan generar fuertes inundaciones”, advirtió.

(NA/Bloomberg)